Estos aparatos reducen las partículas de polvo en un 99%, aspiran cualquier humo que se produzca y se deshacen de pelos de mascotas y otras partículas que puedan causar alergias. Ikea cuenta en su catálogo con varios diseños con la mejor relación calidad-precio
Nunca te había pasado. Tú, que pasabas las primaveras feliz intuyendo lo molesto que debía ser eso de estornudar y moquear sin descanso, de repente abres la ventana y empiezas a sentir un leve picor en los ojos. De ahí a una noche en vela con la nariz taponada hay un paso. Las alergias nos pueden sorprender en cualquier momento de nuestra vida: al polen, al pelo de nuestras queridas mascotas, al polvo…
Las enfermedades respiratorias son una realidad, al igual que la contaminación, principal culpable de nuestra tos, y que se cuela en nuestros hogares sin darnos cuenta. Pero ojo, porque con cerrar la ventana para que no te entre el polvo de la obra de al lado o el humo de los coches no es suficiente: el aire interior puede ser peor todavía. ¿Por qué? Porque pasamos muchas horas dentro de casa y usamos productos como detergentes, perfumes, pinturas y demás tóxicos que pueden causar infecciones respiratorias. Otras fuentes contaminantes caseras pueden ser la calefacción, las cocinas, las estufas, los hornos de gas…
Algo de lo que muchos fuimos conscientes durante el confinamiento, cuando pasamos dos meses largos sin salir de casa. Y por eso se disparó la venta de purificadores de aire. Estos aparatos reducen las partículas de polvo en un 99%, aspiran cualquier humo que se produzca y se deshacen de pelos de mascotas y otras partículas que puedan causar alergias.