Hoy nos despertamos con la triste noticia de la partida de Pery Lechuga, una figura icónica que dejó una huella imborrable en la sociedad de Valencia de Don Juan y todo el Sur de León. Además de ser reconocido como un talentoso pintor, Pery también se destacó en otras áreas, como el periodismo y el activismo.
Andaluz de corazón, Pery encontró en Valencia de Don Juan el lugar perfecto para establecerse y formar una familia. Se convirtió en una persona destacada en la sociedad coyantina, donde se ganó el apodo de “el del periódico”. Su presencia era imprescindible en cualquier fiesta o evento importante, ya que siempre se encargaba de capturar los momentos más destacados en su periódico.
Pery fue un personaje multifacético. Además de ser un talentoso pintor autodidacta, incursionó en el mundo de las motos, fue aficionado a los toros, y desempeñó roles como hostelero, empresario y concejal en el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan. También fue uno de los impulsores del movimiento en contra de la instalación de una central nuclear en la zona.
Su pasión por el periodismo lo llevó a convertirse en corresponsal, una labor que desempeñó durante décadas. En una época donde no existía internet ni cámaras digitales, Pery se esforzaba por obtener la información de primera mano, incluso dictando los textos por teléfono y enviando los rollos de película por autobús. Nada se le ponía por delante cuando se trataba de contar las historias que sucedían en el Sur de León.
Pery Lechuga deja un legado imborrable en la sociedad coyantina. Su pasión por contar las cosas, su espíritu abierto y avanzado, y su amor por su tierra natal lo convierten en una figura influyente del siglo XX y XXI. Aunque hoy lamentamos su partida, nos sentimos orgullosos de haber conocido a este gran personaje y de que haya dejado un impacto duradero en nuestra comunidad. Descansa en paz, Pery, y que tu guitarra siga acompañándote en el viaje eterno.