El artículo original destaca la paradoja de la situación actual: el prófugo Carles Puigdemont, lejos de enfrentar la justicia en España como prometió el candidato Pedro Sánchez durante la campaña de 2019, está disfrutando de su vida de fugitivo y de una influencia política inesperada. A medida que transcurre el tiempo, más sudan tanto el candidato como sus emisarios, ya que Puigdemont se ha convertido en una figura poderosa en España.
En lugar de abordar esta situación desde un enfoque neutral, el Partido Socialista ha optado por utilizar un lenguaje descriptivo y normalizante, tratando este proceso de investidura como una negociación técnica más. Sin embargo, la elección de palabras como “cuestiones técnicas” y “equipos jurídicos” no es casual y busca generar un ambiente de opacidad y discreción.
Por otro lado, el prófugo no tiene intención de facilitar las cosas. Ha llenado el cáliz hasta arriba con “hechos acaecidos” que deben ser amnistiados y busca que se enfrenten a las consecuencias. Mientras los socialistas quieren presentar esta situación como algo normal y corriente, la intensa oposición de la derecha y su rechazo a la ley de amnistía demuestran que esta medida es divisiva y fracturadora para la sociedad y el Parlamento.
Sin embargo, el PSOE ve este rechazo como una oportunidad. Para ellos, cuanto más rechazo haya, más cohesión interna se generará. Así, el prófugo, a pesar de hacerles sudar, también les ofrece una ayuda involuntaria. En ese sentido, si Carles Puigdemont solicitara regresar a España bajo su propio términos, incluso sería un favor para el partido gobernante.
En resumen, la situación con el prófugo y su influencia política plantea un desafío para la investidura. Mientras los socialistas intentan normalizarla y presentarla como una negociación técnica, la oposición y otros síntomas de rechazo evidencian que esta medida es divisiva y fracturadora. A pesar de ello, el PSOE ve en este rechazo una oportunidad para fortalecer la cohesión interna. El juego del poder continúa y el prófugo sigue siendo un actor central en él.