El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha realizado unas declaraciones contundentes durante un acto en un hospital de la región, donde ha valorado el acuerdo entre su partido y Puigdemont. Aunque hasta ahora había sido más discreto en sus críticas, en esta ocasión ha afirmado rotundamente que no tolerará que alguien utilice la singularidad de España para obtener privilegios financieros.
García-Page ha puesto énfasis en los aspectos económicos del pacto, asegurando que no permitirá que un proyecto beneficie fiscal o financieramente a una parte del país. Además, ha expresado su rechazo a la posibilidad de que se realice un referéndum de autodeterminación, ya que considera que no se puede poner en cuestión lo que establece la Constitución actualmente. A su vez, ha hecho énfasis en que no permitirá la reescritura de la historia y ha discrepancias con aquellos que niegan la aplicación de la ley por parte de los jueces.
El presidente castellanomanchego ha criticado duramente la necesidad de gobernar por parte de algunos actores políticos, a quienes ha acusado de intentar liberarse de la cárcel mediante estas negociaciones y acuerdos. Según García-Page, basar una solución de convivencia en la mentira no es sostenible y no contribuye a una sociedad sana.
En cuanto a la gobernabilidad del país, el líder de Castilla-La Mancha ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que se le dé el poder a la derecha independentista catalana, a quienes considera que no les interesa el bienestar de España. García-Page ha reafirmado su compromiso con la Constitución y ha asegurado que se comportará de acuerdo a los intereses y el futuro de sus hijos.
Finalmente, el presidente de la región ha concluido que, detrás del independentismo, se encuentra únicamente el egoísmo y que su intención siempre será abrir puentes de diálogo y consenso para una convivencia pacífica.