Los domingos pueden ser largos y pesados, pero también pueden ser reflexivos y llenos de esperanza. En estas mañanas libres de obligaciones, tenemos la oportunidad de decidir qué hacer con nuestro tiempo. No podemos permitirnos desperdiciarlo, especialmente en tiempos tan críticos como estos.
Hace once meses, se convocó una manifestación en Madrid, liderada por Cayetana Álvarez de Toledo, María San Gil y Rosa Díez, para mostrar la existencia de una sociedad española que no quería caer en la falsificación, la traición y la rendición. Fue una manifestación exitosa, a pesar de la división irresponsable de la derecha y el centro liberal. Sabíamos que esta era solo una muestra de las fuerzas que se avecinaban.
Desafortunadamente, meses después, en las elecciones del 23 de julio, el centro derecha no logró una mayoría absoluta debido a la desmoralización y el desgaste causados por ciertos partidos. Mientras tanto, los socialistas celebraban su aparente victoria, y Vox pagaba el precio de su desgaste. La situación se volvió amarga y difícil de aceptar.
En lugar de seguir dividiendo fuerzas, necesitamos forjar una Alianza Nacional por la Democracia y la Constitución. Esta alianza debe estar encabezada por personas como Rosa Díez, María San Gil, Cayetana Álvarez de Toledo, Fernando Savater, Joaquín Leguina y muchos otros representantes de la sociedad española. La lucha actual va más allá de los partidos políticos.
Es hora de un plan estratégico basado en la ley y la Constitución para deshacer y corregir lo que ha ocurrido. Necesitamos un memorial ordenado de intenciones y acciones. La ópera Nabucco, con su historia de opresión y lucha, nos recuerda la importancia de la patria y la necesidad de actuar.
Mañana será otro día y, si se hace lo que se debe, encontraremos la esperanza en nuestro camino. Ya no es momento de división, sino de unidad en defensa de la democracia y la Constitución.