Un reciente estudio de la Universidad de Durham revela nuevos hallazgos sobre los efectos de una desintoxicación digital completa en nuestra salud mental y emocional. Contrario a lo que se podría pensar, desconectarse de las redes sociales durante una semana no produce síntomas de abstinencia.
La investigación se llevó a cabo con 51 estudiantes, a quienes se les pidió que evitaran el uso de plataformas como Facebook, Instagram y TikTok durante una semana. Aunque alrededor de un tercio de los participantes tenían comportamientos problemáticos en las redes sociales, el estudio no encontró evidencia de que la desconexión provocara síntomas de abstinencia.
Según los autores del estudio, estos resultados demuestran que las redes sociales no son tan adictivas como se piensa. Sin embargo, la desintoxicación digital sí tuvo un impacto en las emociones de los participantes. Experimentaron una disminución de emociones negativas como la intimidación y el acoso, así como una reducción del temido FOMO (Fear of Missing Out, por sus siglas en inglés).
A pesar de estos beneficios, los participantes reportaron sentir más aburrimiento y soledad durante la semana de desconexión. La falta de conexión y de recompensas sociales, como los likes y comentarios, hizo que experimentaran menos interacciones positivas.
Este estudio plantea la pregunta sobre la nocividad real de las redes sociales. Aunque no se niegan los posibles efectos negativos, los autores sugieren que el término “adicción” puede no ser el adecuado para describir su impacto.
Es fundamental encontrar un equilibrio en el uso de la tecnología y hacer un uso consciente de nuestros dispositivos. Como menciona la psicóloga Sally Andrews, tal vez sea necesario mantener el smartphone lejos de nuestras manos ociosas si sentimos que interfiere en nuestra calidad de vida.
En conclusión, desconectarse de las redes sociales puede tener tanto beneficios como desventajas para nuestra salud mental y emocional. La clave está en encontrar un equilibrio y utilizarlas de manera consciente.