Fichar, o registrar la entrada y salida del trabajo, es una obligación tanto para los empleados como para las empresas. Antiguamente se utilizaba una tarjeta, pero hoy en día existen diferentes formas de fichar, como colocar el dedo en un sensor o utilizar una aplicación móvil o de ordenador. Lo importante no es la tecnología utilizada, sino el acto de marcar la entrada y salida.
Según la ley, todas las empresas, independientemente de su tamaño, deben mantener un registro con el horario de inicio y finalización de cada jornada, así como los tiempos de descanso y otras incidencias como días de baja médica o vacaciones. Estos registros deben conservarse durante al menos cuatro años y pueden ser consultados tanto por los empleados como por los representantes legales o la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
El registro de fichajes debe ser preciso y objetivo, de acuerdo con una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Esto significa que cada día se debe marcar la entrada, la salida y los descansos. Esta precisión es necesaria para garantizar ciertos derechos laborales, como reclamar las horas extras, el derecho a la desconexión digital, el descanso diario y los fines de semana.
Si una empresa no lleva un registro preciso de las horas extras trabajadas, puede enfrentar reclamos legales y sanciones económicas. Por ejemplo, una sentencia reciente del Tribunal Supremo de Justicia de Cataluña obligó a una empresa a pagar más de 15,000 euros por no tener un registro adecuado de las horas extras realizadas por un empleado.
El registro de jornada también es una herramienta de control para la empresa, ya que permite garantizar el correcto desempeño de los empleados. Sin embargo, el incumplimiento de fichar no puede ser motivo de despido sorpresivo. Aun así, si un trabajador se retrasa habitualmente al fichar, puede ser sancionado con descuentos en su nómina. Asimismo, si un empleado hace un fichaje remoto y no cumple con sus funciones, puede ser despedido.
En casos de despido, un empleado puede impugnarlo si el sistema de fichaje tiene errores o no es fiable. Además, es responsabilidad de la empresa garantizar que el sistema funcione correctamente y no puede argumentar que el trabajador no informó de problemas técnicos.
Fichar en el trabajo es una obligación tanto para los empleados como para las empresas. Cumplir con este registro es fundamental para garantizar derechos laborales y evitar problemas legales. Además, el fichaje también sirve como herramienta de control para asegurar el correcto desempeño de los trabajadores en sus funciones.
Fuentes: JM Noticias, ABC.es