Los teléfonos móviles han adquirido un papel fundamental en la vida de los menores, convirtiéndose en una especie de “cuidador digital”. Muchos padres utilizan estos dispositivos para entretener a sus hijos con contenidos multimedia, así como para controlar su tiempo de uso y supervisar sus movimientos.
Según un estudio realizado por la compañía especializada en ciberseguridad y gestión de sistemas críticos, S2 Grupo, el 63% de las familias compra el primer teléfono móvil a sus hijos con el objetivo de poder localizarlos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta vigilancia solo se puede llevar a cabo si se cuenta con el consentimiento de los menores, ya que en el ámbito de la privacidad existen derechos fundamentales que deben ser respetados.
En cuanto a la gestión del tiempo que los menores pasan conectados a internet y a las redes sociales, el 76% de los encuestados afirmó que administran el tiempo que sus hijos utilizan los dispositivos tecnológicos, mientras que el 24% permite que los propios jóvenes lo hagan.
Los expertos de S2 Grupo también señalan que los niños y adolescentes son uno de los públicos más vulnerables en cuanto al uso de las redes sociales, por lo que es fundamental compartir con ellos pautas que les ayuden a utilizar la tecnología de manera segura.
Además, el control parental, utilizado por los adultos para regular el acceso de los menores a diferentes sitios web, permite de forma menos intrusiva controlar el acceso a determinados contenidos y bloquear páginas o usuarios que puedan representar una amenaza para los niños.
Fuente: Estudio de hábitos digitales realizado por S2 Grupo.
Definiciones:
– Cuidador digital: se refiere a la función que cumplen los teléfonos móviles en la supervisión y entretenimiento de los menores.
– Control parental: se trata de un conjunto de herramientas y funciones que permiten a los padres controlar el acceso de sus hijos a contenido en línea y limitar ciertas actividades.