El estudio ‘Faces of Fraud’, realizado por SAS, líder en Analytics, revela que el 84 por ciento de los españoles teme ser víctima de fraude digital. Además, casi el 90 por ciento considera que tanto las compañías como las administraciones públicas no hacen lo suficiente para protegerlos. El informe se basa en 13,500 encuestas realizadas a consumidores de 15 países diferentes.
El robo de datos bancarios es el tipo de fraude más común en España, seguido por la sustracción de datos personales y los engaños en los que se hace creer a los consumidores que han ganado premios económicos. El 38.6 por ciento de los encuestados en España confiesa haber sido víctima de algún tipo de fraude dos o más veces.
Los canales más utilizados por los delincuentes para realizar sus ataques son los teléfonos móviles, el correo electrónico y WhatsApp. El director de Customer Advisory en SAS Iberia, Marcos Carrascosa, destaca la preocupación de los consumidores españoles por convertirse en víctimas de fraude y señala que los ciberdelincuentes utilizan técnicas cada vez más sofisticadas.
En cuanto a las medidas de protección adoptadas por las entidades financieras, alrededor del 30 por ciento de los consumidores no las tiene claras. El informe destaca que es importante que las organizaciones ofrezcan un buen servicio en términos de protección, ya que el 76 por ciento de los españoles cambiaría de entidad si se siente más seguro.
El estudio también revela que el 70 por ciento de los españoles planea seguir utilizando los servicios digitales en lugar de acudir a tiendas físicas, por lo que es fundamental implementar tecnologías innovadoras para garantizar la seguridad de los datos. El 83 por ciento está a favor de más comprobaciones en las transacciones y el 74 por ciento estaría dispuesto a utilizar tecnología de biometría e IA, como el reconocimiento facial o de voz.
En conclusión, el estudio muestra la preocupación de los consumidores españoles por el fraude digital y la necesidad de que las entidades financieras y administraciones públicas refuercen las medidas de protección. Los consumidores están dispuestos a permitir que se utilicen tecnologías como la biometría y la IA para combatir el fraude y agilizar las transacciones.
Fuentes:
– ‘Faces of Fraud’, estudio de SAS.
– Portaltic/EP.