Recientemente, el Gobierno ha aprobado dos leyes que se encuentran en fase de desarrollo reglamentario: la Ley Antifraude y la Ley Crea y Crece. Estas dos normativas, que implican cambios en la facturación de las empresas, son consideradas como un ambicioso proyecto para impulsar la transformación digital del tejido empresarial.
La Ley Crea y Crece tiene como objetivo extender la obligación de expedir y remitir factura electrónica en todas las relaciones comerciales a empresas y autónomos. Esto supone un desafío para muchas empresas, ya que implica la digitalización del proceso de facturación y cambiará los circuitos de facturación, repercutiendo en la eficiencia y competitividad de las empresas.
El Reglamento de la Ley Crea y Crece establece los requisitos técnicos y de información que deben cumplir las facturas electrónicas. Además, se solicitará la notificación de los estados de las facturas y los pagos realizados. Aunque inicialmente puede suponer un desafío, a largo plazo la factura electrónica ofrecerá eficiencia, productividad y una mejora en la gestión de los negocios.
Por otro lado, la Ley Antifraude prohibirá la utilización de software de doble uso, es decir, aquel que permite llevar una contabilidad B. El objetivo de esta ley es reducir el fraude fiscal estableciendo nuevos requisitos para el software de gestión. Sin embargo, está por verse si logrará reducir efectivamente el fraude fiscal.
En cuanto a la adaptación a estas leyes, es importante que las empresas, especialmente las pymes y autónomos, se tomen en serio este cambio y se anticipen a la nueva normativa antes de que se haga obligatoria. El canal de distribución juega un papel clave en esta adaptación, ya que puede proporcionar las soluciones y el asesoramiento necesario a las empresas.
En resumen, las leyes Antifraude y Crea y Crece implican cambios en la facturación de las empresas que buscan impulsar su transformación digital. La factura electrónica se convertirá en obligatoria en todas las relaciones comerciales y se espera que a largo plazo ofrezca beneficios en términos de eficiencia y gestión de negocios. Sin embargo, queda por ver si la Ley Antifraude logrará reducir el fraude fiscal de manera efectiva. Es fundamental que las empresas se preparen y busquen la ayuda de profesionales y proveedores tecnológicos para adaptarse a estas nuevas normativas.
Sources:
– Wolters Kluwer