Bruselas, 7 Nov (EFE). La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital española en funciones, Nadia Calviño, enfatizó hoy la “especial responsabilidad” de la Unión Europea (UE) en promover una digitalización “más humanista”. Durante una conferencia organizada por el diario “Financial Times” en Bruselas, Calviño resaltó el papel crucial de Europa en la revolución tecnológica que estamos presenciando y argumentó que este proceso imparable está teniendo un profundo impacto en nuestras economías, sistemas políticos y sociedades.
Calviño afirmó que es fundamental aprovechar esta transformación para garantizar que esté en sintonía con los valores y derechos de nuestras democracias, así como para impulsar economías más fuertes y sociedades mejores. En este sentido, mencionó recientes acuerdos como el código de conducta del G7 para empresas e instituciones de inteligencia artificial (IA) y la cumbre sobre IA en el Reino Unido, donde se estableció un acuerdo sobre la seguridad en esta área.
Además, Calviño subrayó la importancia de establecer marcos regulatorios eficientes a nivel nacional, europeo y global para eventos de naturaleza global. Asimismo, expresó su confianza en que los Estados miembros de la UE y el Parlamento Europeo lleguen a un consenso sobre la ley europea de inteligencia artificial en las próximas semanas.
La vicepresidenta subrayó que la innovación no espera y es fundamental contar con los marcos regulatorios y de supervisión adecuados para apoyar la innovación, generar prosperidad, crecimiento y empleos de calidad. Si bien el futuro no está escrito, Calviño destacó que depende de nuestras acciones de hoy si nos dirigimos hacia un futuro distópico o hacia una realidad más llevadera para las generaciones futuras.
Por último, Calviño hizo hincapié en la importancia de fortalecer la autonomía estratégica en la producción de chips. En conclusión, la transformación digital representa una oportunidad única para la UE, una oportunidad que debe aprovecharse de manera humanista, garantizando que los valores europeos y los derechos fundamentales sean protegidos en este proceso de cambio tecnológico sin precedentes.