Los avances tecnológicos, el big data y la economía digital han generado un aumento significativo de la presencia de los data centers en toda Europa. Barcelona, a pesar de ser considerado un mercado secundario, no se queda atrás y sigue creciendo en este campo.
Actualmente, la capital catalana cuenta con un total de doce centros de datos, y otros ocho se encuentran en su región metropolitana. Según la consultora CBRE, se espera que este número se multiplique por seis antes de 2028. Los data centers han valorado la ubicación estratégica de Barcelona, su condición de hub tecnológico y su cercanía a los cables submarinos como ventajas para su instalación en la ciudad.
En cuanto a la competencia con Madrid, aunque la capital española es el polo más importante del sur de Europa, la comunicación transoceánica puede hacer que Barcelona gane terreno en la lucha por atraer a esta industria. Según las proyecciones, se espera que en 2028 Barcelona tenga un mínimo de 84 MW en funcionamiento, mientras que Madrid alcanzará los 240 MW.
A medida que los principales mercados como Londres, Frankfurt, Ámsterdam, París y Madrid se saturan, Barcelona se presenta como una alternativa atractiva en el mercado. La ciudad inauguró en 2019 su primera estación de cables submarinos internacionales, con el objetivo de convertirse en un puerto digital de referencia, lo cual la diferencia de otras ciudades sin conexión marítima.
El futuro de la industria en Barcelona se ve prometedor, como lo demuestran las últimas inversiones en la ciudad. El grupo alemán Aquila Capital anunció una inversión de 300 millones de euros en una infraestructura de 40 MW en Cerdanyola del Vallès. Por su parte, Panattoni adquirió un solar de 60.000 metros cuadrados en el Parc de l’Alba de Cerdanyola del Vallès para construir el mayor data center de Catalunya, con una capacidad de 42 MW.
Otro importante proyecto en la región es el del gigante del inmobiliario español Merlin en el Parc Logístic de la Zona Franca. Han construido un edificio de 20.000 metros cuadrados con una inversión de aproximadamente 150 millones de euros, con la posibilidad de ampliar su capacidad de 9 MW a 70 MW en los próximos años.
En resumen, Barcelona se está consolidando como un mercado emergente en el sector de los data centers en Europa. Con su ubicación estratégica, su creciente reputación como hub tecnológico y su proximidad a cables submarinos, la ciudad está atrayendo inversiones y se espera que su número de centros de datos aumente considerablemente en los próximos años.
Fuentes: CBRE